La pulpa de remolacha es un subproducto que se genera durante la obtención del azúcar blanco de la remolacha azucarera. El residuo rico en celulosa digerible toma el nombre de pulpa de remolacha y se puede utilizar en la alimentación de los rumiantes, que son capaces a través de las bacterias de su estómago de digerir la celulosa.

La pulpa de remolacha es una excelente fuente de celulosa digerible y de azúcares solubles para los rumiantes. Su uso como alimento fresco para las vacas lecheras cuya leche se convierte en queso es sin embargo delicado, debido a la presencia frecuente de esporas de las bacterias butíricas (contaminación con el suelo y las condiciones de almacenamiento), factores del mal gusto y de la ruptura de los quesos.